Mochilas preparadas: Nos vamos a Tailandia y Camboya

Unas camisetas finas para Bangkok, zapatillas de troteo para Chiang Mai, Ayuthaya y Angkow Wat, el bañador y el tubo de snorkel para Ko Samui, el repelente de mosquitos para el Mekong y la ilusión para disfrutar de un viaje inolvidable. Desde noviembre tenemos los vuelos de ida y vuelta a Bangkok por un precio muy atractivo para bolsillos maltrechos como los nuestros. Ahora, a seis meses de la boda, tenemos también las mochilas en las que nos llevaremos lo necesario e imprecindible y en las que nos traeremos lo que llevamos más las ganas de volver.

La hermana del novio, Eva, nos preguntó hace meses qué podría regalarnos ella, que le hacía ilusión tener un detalle para esa ocasión. El novio pensó que algo últil y simbólico a la vez serían las mochilas que nosotros necesitábamos comprarnos. Útiles por razones evidentes y simbólicas por la cantidad de cosas inmateriales que se llevan de equipaje durante toda la vida. Así que este fin de semana fuimos a por ellas. Son perfectas, cómodas, de un color «muy sufrido» (como dicen las madres) y con 70 litros de capacidad (esperemos no llenarlas demasiado).

Ayuthaya

Nos iremos 22 días. De momento no hemos concretado la ruta pero sí tenemos claras las cosas que nos gustaría ver, así que en cuanto acabemos con el papeleo y con el diseño de las invitaciones, nos pondremos a concretar la ruta, los medios de transporte, etc. Tanto Eva, que estuvo en Tailandia el verano pasado, como nuestros amigos Estela, Julen y Jose, y también nuestros primos Juanan y Elena, nos han comentado que no hay ningún problema por improvisar algún plan del viaje porque los tailandeses son amables, serviciales y siempre sonríen. Así que con esas referencias, no os podéis ni imaginar las ganas que tenemos de despegar de Barajas.

Ko Samui

Nos encantaría llegar a Bangkok y de ahí coger un tren (el cómodo, no el de la muerte de Julen y Jose) a Ayuthaya, de ahí iríamos a Chiang Mai donde nos gustaría hacer rutas con elefantes, bañarlos, etc. Ahí hay que mirar muy bien qué compañías no maltratan a los animales porque hay de todo. De ahí ya sería organizarnos para ir al triángulo del Opio, que dicen, y que no es otra cosa que la confluencia de Birmania, Laos y Tailandia. La parada en Camboya también es imprescindible para ver Angkor Wat y, por supuesto, no nos iremos de Tailandia sin visitar sus islas. Ko Samui y Ko Tao nos llaman mucho la atención. De hecho nos gustaría sacarnos allí el curso de buceo. Paso a paso. De momento, ya tenemos las mochilas para alimentar las ensoñaciones de cómo será nuestro viaje de novios.